Sonntag, 10. März 2013

La administración bajo los Austrias



En los siglos XVI y XVII la monarquía hispánica había conseguido extender su territorio enorme por cuatro de los cinco continentes. El reino estaba formado entre otros por Castillia, Aragón, Navarra, Portugal, Nápoles, Sicilia, los Países Bajos, etc. Aunque compartían un mismo rey las estructuras de cada uno de los territorios eran muy diversas. Por lo cual un problema grande del monarca era el control y la organización de todos estos territorios heterogéneos. La solución de este problema era crear una buena administración. Las partes de esta administración formaban la corte, el consejo, los secretarios y los corrigidorres.


 
La corte:
La corte se componía de familias aristócratas y eclesiásticos. La institución se basaba en relaciones privadas, es decir, las familias de la corte formaban las elites de la monarquía.  Sus tareas  eran  colaborar y auxiliar al monarca, de forma que el control y la administración dependía de las relaciones personales entre el rey y las familias dominantes de la corte.

El consejo:
Los consejeros eran principalmente regentes, miembros de la curia, protonotarios, etc. Todos los miembros eran delegados de atribuciones legislativas, judiciales y ejecutivas que también representaban y aconsejaban al rey. Existían diferentes consejos que se ocupaban de diferentes asuntos, como el consejo de Estado, de Guerra, de órdenes militáres o de la Inquisición. El número de miembros de un consejo dependía de la parte del territorio hispánico que representase.

El hecho de que la mayoría de la corte y de los consejos eran personas letradas contribuyó al desarrollo burocrático de la monarquía.

Los secretarios:
Los secretarios estaban obligados a trasladar las resoluciones del consejo al pueblo y daban a conocer la voluntad y la sanción del rey. Al igual que en el consejo, existían diferentes tipos de secretarios, como, por ejemplo, el secretario de Estado o el secretario privado del rey.

Los corregidores:
Los corregidores eran representantes del monarca en los municipios. Estaban autorizados a establecer  estructuras locales propias.

Otra posibilidad de controlar el pueblo era el clientelismo. Existían patrones que eran personas con mucha influencia. Estos patrones apoyaban a sus clientes y garantizaban su protección. Los clientes a cambio dependían de los patrones y realizaban cualquier tipo de servicio para ellos.





Fuentes:

Maqueda Abreu, C., Cano Valero, J. 2005. La administración bajo los austrias.  Disponible en: https://cv2.sim.ucm.es/moodle/file.php/29042/adminaustrias.pdf [fecha de consulta: 03/03/2013]

http://brujulayastrolabio.blogspot.com.es/

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